Antonio María Lebrero. Candidato a Director de la Cabalgata de RRMM.

Cuando no soporto que la mentira se imponga sobre la verdad, no soy de cogerme rabietas, ni de usar estrategias un paso más allá de la integridad y la limpieza. En ese momento, quien da un paso soy yo, y por eso he decidido convertirme, otra vez como aquel 4 de enero, en heraldo de un mensaje de transparencia y renovación para el Excelentísimo Ateneo de Sevilla, de la mano de Ángel Moliní, que me ha permitido formar parte de este sueño.

Ser director de la Cabalgata de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, llegado ese momento, será un honor, pero sobre todo una responsabilidad. Un orgullo como sevillano, pero también un constante desvelo. Porque quiero hacer a los Reyes un camino por el que lleguen guiados por la Estrella de una Ilusión siempre nueva, sin dobleces ni segundas intenciones. Porque la Cabalgata ha de ser una de las luces que iluminen la vida del Ateneo, pero sin doblegar la institución a cambiar su carisma y sus objetivos desde hace casi un siglo y medio. Porque nosotros pasamos, pero el Ateneo ha de seguir creciendo como institución cultural, a la que sus miembros den vida y alienten con sus iniciativas y esfuerzos.

Hoy quiero ser, como aquella vez, Heraldo en medio de una alegría que renace cuando el brillo de la Cabalgata parece que aún no se ha terminado de apagar. La Diosa Palas Atenea -protectora de nuestra entidad- me encomienda también espíritu de inteligencia, de conocimiento y de templanza. En esa hermosa misión me embarco. ¿Quién se viene a navegar conmigo?